Rodrigo
Humbol
El petróleo es, sin duda, la
principal materia prima utilizada en la generación de energía a nivel mundial y
sus derivados son parte fundamental en el proceso productivo de las industrias,
desde la elaboración hasta su consumo final en los hogares.
Solamente 41 países en el mundo
poseen reservas de petróleo crudo en sus suelos, si a esto le añadimos que es
un recurso no renovable podemos saber, el porqué, los países que extraen este
recurso, obtienen ingresos considerables en la venta del mismo.
Las rentas percibidas por la
extracción de crudo, han exhortado a los países emergentes a sostener parte de
su economía en base a este recurso; lo que, para la teoría económica es
insostenible en el largo plazo, por el hecho de ser un recurso no renovable y
por la volatilidad en sus precios; esta volatilidad se da principalmente a que
el mercado de crudo de petróleo se ve influenciado, no solamente por factores
correspondientes a su actividad como tal, sino también por factores especulativos
ajenos al propio mercado, como las situaciones políticas, sociales o
coyunturales, lo que hace imposible determinar con exactitud el comportamiento
del mercado petrolero y mucho menos el poder estimar su precio.
Este es el principal problema de
los países que sostienen parte de su economía en la extracción, ya que al
momento de planificar, se cuentan con ingresos futuros que son estipulados
mediante la estimación de precios, pero como sabemos, esto no es eficiente
debido a la volatilidad de los mismos, por lo que a un cambio por debajo o por
encima del precio estimado modifica totalmente la planificación inicial de un
país, traduciéndose, posiblemente en una mayor necesidad de financiamiento o un
excedente en los ingresos esperados.
Esta volatilidad se la ha podido
constatar a los largo de los años, observando el comportamiento en los precios
de los crudos referenciales, que son el West
Texas Intermediate, mejor conocido como WTI, y el Brent referencial europeo, los cuales, si bien a lo largo de los
años han tenido una tendencia creciente, no han guardado un comportamiento
estable, así, por ejemplo el WTI marcó su valor mínimo en Julio de 1986 con un
precio por barril de $10,96 dólares y su valor máximo registrado en Julio del
2008 de $141,47 dólares; de igual manera el Brent ha tenido como precio mínimo
por barril de petróleo, el registrado en Diciembre de 1998 de $9,57 dólares y
su máximo registrado en Julio de 2008 con un precio $143,95 dólares por barril.
Cabe señalar que en los últimos 6
años los precios del crudo han mantenido una evolución creciente, con mayor
énfasis en el 2008, al ser un año atípico, en donde los precios de los
commodities alcanzaron su valor máximo, pero esta evolución positiva ha
disminuido en las últimas semanas, pasando de un promedio, en la última semana
de Abril, de $103,89 dólares a un promedio de $91,26 dólares en la tercera
semana del mes de mayo, marcando el máximo de $104,93 dólares el 27 de Abril y
su mínimo de $89,56 dólares registrado el 23 de mayo.
Esta disminución se ha dado de
manera consecutiva en las últimas cuatro semanas con una reducción promedio de
3% cada semana, y una variación negativa total de 12%, este comportamiento se
lo puede atribuir a varios factores que se han dado de manera consecutiva en la
coyuntura mundial.
En primer lugar, los stocks de
crudo en Estados Unidos se han incrementado de manera considerable alcanzando
máximos históricos, con 381,6 millones de barriles, la cifra más alta en 22
años, aunque se debe aclarar que, esto afecta en mayor proporción al WTI; otro
factor de influencia, es la crisis que se vive en la Unión Europea y la
incertidumbre que genera la posible salida de Grecia de la zona euro para los
inversionistas.
Por otro lado se tiene la
desaceleración del segundo más grande consumidor, China, lo que provoca una
disminución de la demanda, a la par, la situación en Medio Oriente dio señales
de estabilización, en el marco de las conversaciones, entre Irán y las seis
potencias económicas (Estados Unidos, Rusia, China, Alemania, Francia y Gran
Bretaña), por concepto de los planes nucleares, lo que llevaría a que se
levante la restricción de las exportaciones Iraníes, y por lo tanto que el
precio tienda a estabilizarse.
Aunque el panorama refleje una
posible disminución en el precio, se tiene que tener en cuenta que, el índice
de confianza del consumidor en Estados Unidos alcanzó su nivel máximo en los
últimos cuatro años, esto debido a que las previsiones en cuanto a peticiones
de ayuda laboral disminuyeron considerablemente, lo que señala una mejoría en
la economía Americana; por otro lado se tiene el reporte de las Naciones Unidas
encontrara rastros de uranio en Irán, podrían estabilizar los precios, al menos
hasta que se llegue a concretar los acuerdos nucleares entre este país y las potencias
mundiales.